La mayoría de los nuevos modelos de cochecitos tienen la posibilidad de colocar la silla del bebé tanto en el sentido de la marcha como de espaldas a ésta, es decir, mirando a los papás.
Al parecer tal innovación en la dirección en la que colocamos al bebé en el carrito tiene su explicación y es que es más beneficioso para su desarrollo dado que permite un contacto visual permanente con sus padres.
El primer estudio científico que se realiza sobre el asunto llevado a cabo por investigadores escoceses revela que los niños que no iban de cara a la persona que impulsa el carrito eran menos propensos a hablar, reír e interactuar con sus padres, comparado con los bebés que sí eran transportados de frente.
Los padres que utilizaban el carrito en la posición “cara a cara” eran más propensos a hablar con sus hijos y los niños se dormían con mayor facilidad, lo cual indicaría que los bebés que van mirando a sus padres se sienten más seguros y relajados para conciliar el sueño.
Hoy, los padres no podemos imaginarnos la vida cotidiana sin los cochecitos. Sin duda son muy prácticos y nos han solucionado un montón la vida. Pero si nos ponemos a pensar, es una forma de transportar al bebé en la cual no mantiene en absoluto contacto físico con sus padres, como sí sucede cuando es colocado en un portabebé.
También es cierto que a los bebés le encanta ir mirándolo todo recibiendo los estímulos del mundo que ve a su alrededor. Por eso, suena interesante si estás pensando en comprar un carrito nuevo prestar atención a los que permiten colocar al bebé en ambas direcciones.
Via: Yahoo.es
Via: Bebesymas.com
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